12.09.2006

LOS ABORTISTAS

En los últimos tiempos hemos sido testigos de cómo algunas personas, políticos, académicos, médicos, etc. han defendido el “derecho al aborto, legal y seguro”.

Destaca el abogado Antonio Bascuñan, profesor de las universidades de Chile y Adolfo Ibáñez, y de Vicepresidente de Libertades Públicas A.G., quien en una carta al periódico “El Mercurio” intenta destruir los argumentos esgrimidos por la Iglesia Católica para defender la vida del que está por nacer.

Leamos algunos párrafos y respondamos:
“La autorización legal del aborto no se basa en el menosprecio de la vida humana. Se basa en la consideración al sacrificio que puede implicar un embarazo. Su fundamento se encuentra en el respeto por la mujer embarazada. Ese respeto sí que lo exige la Constitución.”

Suponemos que el Sr. Bascuñan piensa que la vida humana comienza en el nacimiento, y que “lo que hay dentro del vientre” no es más que una masa amorfa de células, o producto de la concepción, la cual se puede aniquilar mediante un “raspado” o alguna de las atroces técnicas que avalan los abortistas.


Para los liberales cualquier sacrificio o acto de generosidad, como lo es el embarazo, representa algo en contra de su libertad. La idea es tener el derecho a ser egoísta, egocéntrico, y que “no me importe el resto”.
Sigamos,
“Quienes se oponen de modo absoluto a la autorización legal del aborto faltan gravemente al deber de velar por el bien común y al reconocimiento de la igualdad fundamental de los seres humanos. Resuelven unilateralmente un conflicto de intereses sin consideración alguna a la mujer. De hecho, el Obispo Auxiliar ni siquiera repara en ese conflicto.”

Al respecto algunas preguntas, ¿Es de bien común despedazar un feto, sólo porque una ley injusta así lo ampara?, ¿Qué sigue, matar a niños recién nacidos sólo porque no nos gustan?, ¿matemos a los ancianos porque ya no sirven?, ¿el aborto no genera ningún tipo de inconveniente a la mujer?, ¿El Sr. Bascuñan no admite la existencia del síndrome post aborto?, ¿y las muertes maternas por procedimientos “legales y seguros” en países “desarrollados”?


Para concluir, estamos seguros que el demonio es quien influye en la cabecita de este tipo de personajes, por lo que sólo nos queda orar por ellos y por su conversión al evangelio de Cristo.

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